Pesadillas Estracto de el texto

Los nuevos mounstruos

Ya no son lobos ni ogros: ahora los niños temen al miedo mismo

¿A qué le temen los niños de hoy? Los tiempos han cambiado tanto que, para asustarlos, ya no bastan los lobos feroces de antaño. Ahora se estremecen con siniestros hechiceros,
invencibles genios del mal y otros seres malignos que dejan
a los ogros como asustadas caperucitas.

Escribe NILTON TORRES.-

Había una vez un lobo feroz, una madrastra malvada y un ogro come niños que aterrorizaban a todo el mundo. Pero ahora estos hijos de la vileza se han escondido debajo de sus mohosas camas, ya que de sus más tenebrosas pesadillas han surgido unos malos malísimos cuya presencia los hace temblar de rabo a cabeza.

Ninguno de estos personajes, decanos del susto y la iniquidad, logran causar siquiera un sobresalto en los curtidos muchachos de ahora, quienes son más valientes que el mismísimo Juan Sinmiedo. "El lobo feroz no les hace ni cosquillas. Lo que los asusta ahora es aquello que se muestra invencible, esos personajes que empiezan a transformarse, te persiguen y no puedes defenderte", dice la escritora de libros infantiles Zinka Saric, autora de "Ainhoa, la estrella que viene del norte". Finalmente, podemos decir que si bien los personajes de miedo de la literatura infantil actual son aterrorizantes y malos malísimos, esto no quiere decir que los muchachos sufran de pesadillas o no puedan dormir, ya que al parecer estos generan fascinación más que temores. "Los chicos son más difíciles de asustar. Y es más, incluso aunque se asusten, rápidamente diferencian lo real de lo irreal. Lo que pasa es que hay un atractivo por lo desconocido y misterioso. Está en la tele, el cine, los juegos de video", detalla Mercedes.

"Ainhoa" y su autora, Zinka Saric.

"Los temores más grandes están en los adultos, creo yo -dice Alessandra Canessa-. El único miedo que tendría yo es el mismo miedo que tenía Michael Ende (autor de "La historia sin fin"), quien decía que estaba muriendo la fantasía, pero creo que al contrario, está reviviendo".
Y colorín colorado, estos monstruos se han despertado.

El hechicero de las sombras

A la imbatible J. K. Rowling le ha salido un oponente de polendas, el ministro anglicano G.P. Taylor, quien es el autor de "Shadowmancer, el hechicero de las sombras". En esta novela, escrita también para los que gustan de las aventuras de Harry Potter, hay magia negra y ambición, la misma que está personificada en Demurral, un sacerdote que quiere ser Dios y avasallar a la humanidad invocando para ello a los seres y poderes del mal. Quienes se le oponen también son un trío de muchachos, multirracial en este caso, que recurren a la ayuda de zafiros, querubines y ángeles, para conjurar al enemigo.
Un detalle que llama la atención es la biografía de Taylor, que es más atractiva que la de la Rowling, ya que antes de ser un hombre de Dios, el autor fue punk, okupa, promotor de conciertos y policía. Por si fuera poco, pronto aparecerá "Leyenda de los Otori. El suelo del ruiseñor", novela de la escritora inglesa Lian Hearn, que también aspira poner a temblar a la creadora del niño mago. Esta historia está ambientada en el Japón medieval, donde una pareja de quinceañeros tiene

que enfrentar a un malvado y oscuro señor feudal, y no en un solo libro.

No hay monstruos made in Perú

Si bien en los últimos años los escritores de literatura infantil y juvenil de nuestro país han desarrollado un interesante trabajo como los de Jorge Eslava, Zinka Saric, Hernán Garrido Lecca, y otros, ninguno se ha acercado a personajes como hechiceros, brujas o espíritus malvados. Según Danilo Sánchez Lihón, esto se debe a que nuestros narradores se sienten comprometidos para escribir sobre realidades concretas.
"El escritor de literatura infantil en nuestro país está golpeado por nuestra realidad, dulce y cruel, dolorosa y esperanzadora, por eso no son escritores a pedido, no escriben por encargo de las grandes editoriales, escriben libremente aquello que sienten como auténtico", expresa.
Por su parte, Alessandra Canessa de Santillana manifiesta que los autores locales siguen más bien una línea irreverente, pero también se preocupan por enseñar valores a los chicos, como en el caso de "Ainhoa, la estrella que viene del norte", cuento de Zinka Saric en el que una bondadosa extraterrestre de cuerpo verde se ocupa de hacer que los muchachos descubran los dones que llevan consigo.

Ilustración Carmen García Véliz
Grupo Santillana

¿Un libro de autoayuda infantil?, ¿la Paulo Coelho de los niños?
Zinka Saric se ha convertido, según la critica, en eso y más. Luego
de dos libros muy al estilo de Og Mandino, ahora la también
pintora incursiona en la literatura para niños, convirtiendo a
"Ainhoa, la estrella que viene del norte" en el libro más vendido
de nuestras librerías, así como en lectura obligatoria de muchas
escuelas en nuestra país y próximamente en Latinoamérica.